Las imágenes de la llegada del hombre a la Luna
Un experto en cine descarta cualquier teoría negacionista de uno de los momentos más significativos de la historia de la humanidad y la tecnología.
El británico Howard Berry, director de cine y profesor de posproducción en la Universidad de Hertfordshire (Reino Unido), tiene argumentos suficientes para considerar que las imágenes mostradas por la NASA de los astronautas pisando por primera vez la Luna habrían sido imposibles de falsificar en 1969.
Según asegura Berry en un artículo para The Conversation, las conjeturas sobre el hecho de que las escenas con los miembros de la misión espacial Apolo 11 en la Luna se trató de una grabación hecha en la Tierra son por estos días más populares que nunca. Pero este especialista en cine tiene cómo descartar esa opción con argumentos técnicos.
Así entonces, si el vídeo hubiese sido preparado en un estudio, su velocidad sería de 30 fotogramas por segundo, que era el estándar usado por la industria cinematográfica en ese entonces. Pero se sabe que su grabación se hizo con una cámara especial en SSTV (televisión de exploración lenta) que capturaba las imágenes a 10 cuadros por segundo.
Esta característica impide rebajar la velocidad a la cual se muestran las imágenes, ya que reproducir el vídeo durante más tiempo requiere más fotogramas de lo habitual y para el momento de la transmisión aún no existía una tecnología que consiguiera ese efecto.
En cuanto a la creencia de que Estados Unidos emitió escenas en cámara lenta para simular que los astronautas permanecían en un ambiente sin gravedad, el experto descarta esa opción por las limitaciones técnicas de la época relacionadas con la capacidad de almacenamiento que habría requerido.
Respecto a la bandera moviéndose, que muchos califican de farsa porque en la Luna no hay viento, Berry explica que al momento de soltarla “se asienta suavemente” y en las imágenes que le siguen “no se mueve en absoluto”.
También asegura que la grabación tampoco pudo haberse hecho en un desierto, pues las escenas producidas en lugares muy cálidos generalmente captan las olas de calor, lo cual no es evidente en el alunizaje de Apolo 11.
Por último, el cineasta argumenta que las sombras que los astronautas proyectan en la cinta son producidas por la luz del Sol y el reflejo de la superficie lunar.
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