JOAQUIN SABINA. UNA HISTORIA DE VIDA

 JOAQUIN SABINA. UNA HISTORIA DE VIDA


Joaquín Sabina, el emblemático cantautor español, es un hombre cuya vida y obra están profundamente marcadas por sus gustos, pasiones y vivencias. Su universo es tan amplio y colorido como sus canciones, llenas de poesía, ironía, nostalgia y una visión única de la vida. A continuación, exploraremos las cosas que más han marcado a Sabina en lo personal y profesional, aquellas que han moldeado su estilo, su personalidad y su arte.


La música como pasión y refugio
Sabina tiene un profundo amor por la música, no solo como creador, sino también como oyente. Admirador de Bob Dylan, Leonard Cohen y The Beatles, encontró en ellos una fuente de inspiración que marcaría su forma de componer. También se declara amante del flamenco, con figuras como Camarón de la Isla y Paco de Lucía, quienes influyeron en su aprecio por lo auténtico y profundo de la música popular española. Además, su relación con colegas como Joan Manuel Serrat, con quien grabó discos y realizó giras, refleja su afinidad por la música de autor y la amistad que surge a través del arte.
Los amigos y la bohemia.


Sabina siempre ha sido un hombre de tertulias, de largas conversaciones en bares y cafés, rodeado de amigos con quienes comparte ideas y risas. Su vida bohemia lo llevó a construir relaciones con figuras de la cultura española e internacional, como el poeta Luis García Montero, Gabriel García Márquez, Pablo Neruda, personajes como José Alfredo Jiménez, chavela Vargas, Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Luis Eduardo Aute, Miguel Ríos, Ana Belén, Krahe, Víctor Manuel, el cineasta Fernando León de Aranoa, y músicos como Antonio García de Diego, quienes han sido sus inseparables compañeros de viaje artístico. Sabina valora profundamente la amistad y, aunque se define como un alma libre, siempre encuentra en sus amigos un pilar fundamental en su vida.


Los libros y la poesía
La literatura ha sido uno de los amores más constantes en la vida de Sabina. Desde joven devoró las obras de grandes escritores como Franz Kafka, Charles Bukowski, Julio Cortázar, Mario Benedetti, y Federico García Lorca. La poesía, en particular, ha sido su compañera inseparable, con influencias de Antonio Machado, Rafael Alberti y Jaime Gil de Biedma. Para Sabina, los libros no solo son un refugio, sino también una fuente inagotable de inspiración que nutre su creatividad y su visión del mundo.

La gastronomía y el placer de comer
Aunque Sabina nunca se ha definido como un sibarita, disfruta de la buena comida. Es amante de los sabores tradicionales españoles, especialmente las tapas, el jamón ibérico, las paellas y los platos caseros que evocan la cocina mediterránea. También ha confesado su gusto por los bares, donde el ambiente es tan importante como lo que se sirve. Sabina encuentra en la comida un pretexto para compartir momentos con amigos, hablar de la vida y escribir versos improvisados.

Los lugares y los viajes
Sabina tiene un vínculo especial con Madrid, ciudad que adoptó como su hogar y que aparece frecuentemente en sus canciones. Sin embargo, su espíritu viajero lo llevó a enamorarse de América Latina donde encontró una segunda casa, fascinado por la calidez de su gente, la riqueza cultural y la pasión que allí se vive.


Los personajes que admira
Entre los personajes históricos y artísticos que admira, destacan poetas como Pablo Neruda y escritores como Gabriel García Márquez, quienes influyeron en su forma de ver el mundo. También ha expresado admiración por figuras rebeldes como Ernesto «Che» Guevara y Salvador Allende, cuyas luchas por la justicia social resonaron con su espíritu inconformista.

Las pequeñas cosas de la vida
Sabina encuentra belleza en los detalles cotidianos: una conversación sincera, el sonido de la lluvia, la melancolía de una calle vacía, o el bullicio de una taberna. Es un hombre que celebra tanto la grandeza de los momentos épicos como la magia de lo sencillo. Su vida está marcada por un constante juego entre la realidad y la fantasía, siempre con una pizca de humor y una mirada irónica hacia sí mismo y el mundo.

Joaquín Sabina es un alma inquieta, un amante de la vida con todas sus contradicciones. Sus gustos reflejan a un hombre que ha vivido intensamente, que ha amado, perdido, reído y llorado, y que ha sabido transformar esas experiencias en arte. Ya sea en una canción, un verso o una conversación, Sabina siempre deja una huella, una chispa de humanidad que lo convierte en un referente cultural y emocional para millones de personas. Su legado trasciende su música; es una invitación a vivir con pasión y autenticidad, sin miedo a los altibajos que la vida nos presenta.

David Zapata

"Todo tiempo pasado fue anterior"

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