La siniestralidad vial, una problemática asociada a la salud pública
Un equipo investigador de la Universidad CES presenta los resultados de una investigación, realizado para el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, acerca del comportamiento de la mortalidad por siniestros viales y otras características relacionadas en las que se han encontrado algunos datos relevantes.
La mayor mortalidad por siniestros viales, ocurridos en los últimos 15 años, se ha observado en personas de 20 a 29 años, principalmente hombres con un 79.8%. En términos de actores en la vía, los peatones representaron el 42,8% de todas las muertes, seguido de usuarios de vehículos que representaron el 31,4% y aquellos usuarios de motocicleta representaron el 25,2%.
De manera particular, son los usuarios de motociclistas los que mayores años de vida con discapacidad y años de vida perdidos representan, frente a los otros actores viales que fallecen en un siniestro vial.
Según este estudio, las tasas de mortalidad por zonas de residencia se comportan de manera distinta. Para las zonas urbanas se ha observado una tendencia a la reducción, en contraste con lo que ocurre para las zonas rurales en donde las tasas de mortalidad se han comportado más bien estables y en un mismo nivel. El comportamiento por sexo estratificado por zonas de residencia muestra, al igual que la tendencia general, una mayor participación de los hombres en la mortalidad por siniestros viales.
Al analizar la escolaridad de las personas involucradas en estos incidentes, se observa que la mayor mortalidad se encuentra en personas con bajo nivel educativo. El 49,31% al momento del fallecimiento estaba sin educación o tenían educación primaria, el 38,67% secundaria y el 11,92% profesional.
“Esta problemática, que afecta a todo el país, representa un problema de salud pública, por lo que es importante abordarlo desde una perspectiva integral que tome en cuenta las circunstancias de cada persona que se ve involucrada en un siniestro vial”, aseguró Gino Montenegro Martínez, docente de la Escuela de Graduados y coordinador del Doctorado en Salud Pública de la Universidad CES.
El académico agregó que “hemos evidenciado que un número importante de las víctimas fatales en los siniestros viales, no cuentan con la cobertura de la seguridad social, lo que representa una carga para el sistema de salud del país. Asociado esto, además, que otro número importante de estas personas también resulta con discapacidades que afectan su condición de salud y la de su familia para el resto de la vida”.
En relación con la seguridad social, se aprecia que el 23,8% de las víctimas pertenecía al régimen contributivo, el 22,7% no estaba asegurado en el momento de fallecimiento, un 22,7% pertenecen al régimen subsidiado y el 30,8% restante no presenta un registro de información. Al distribuir la población afectada por región se aprecia que la mayoría de los casos de muerte por incidentes viales ocurrieron en las regiones: Central 29,0%, Pacífica 20,2% y Oriental con 17,5%. En menor frecuencia en las regiones: Caribe con 15,1%, Bogotá con 12,2% y Orinoquía/Amazonia con un 6,0%.
Además, se ha evaluado la efectividad de algunas intervenciones a nivel internacional, como el uso del cinturón de seguridad, el uso de casco para motociclistas y la no conducción en estado de embriaguez, encontrando que, aunque algunas de estas acciones han sido efectivas en algunas ciudades del país. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para reducir la mortalidad y discapacidad relacionados con siniestros viales en el territorio nacional.
Por estas y otras razones, considera importante el abordaje que las autoridades nacionales y locales, los organismos de seguridad y control vial y los demás actores administrativos que toman las decisiones en la materia.
La Universidad CES, desde su Escuela de Graduados, ha presentado algunas recomendaciones para hacer frente a esta problemática. Entre estas se encuentra trabajar en la uniformidad de la recolección de datos, ya que se ha encontrado que en muchas ocasiones la información no está completa o no coincide entre las fuentes que las recopilan. También se ha sugerido que las intervenciones en seguridad vial deben considerar las características de las personas involucradas en los siniestros, como su nivel educativo o su lugar de residencia, y ser articuladas con otras agendas políticas, como la infraestructura y el trabajo.
Por último, el equipo investigador ha recomendado fomentar el análisis sobre los factores que influyen en los siniestros viales, ya que solo así se podrán encontrar soluciones efectivas para prevenirlos y reducir su impacto en la población.
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